Robert James Fischer (1943 - 2008)

En la madrugada del 18 de Enero a los 64 años de edad falleció en un hospital de la ciudad de Reykjavik el legendario ajedrecista Robert James Fischer, mas conocido como "Bobby Fischer".

Fischer nació en la ciudad de Chicago, Estados Unidos, un 9 de Marzo de 1943. Aprendió a jugar al ajedrez a temprana edad siendo considerado muy pronto dentro de los mejores jugadores del mundo.

Fue a sus 16 años cuando visitó nuestro país, en el año 1959 con ocasión del torneo en homenaje a don Arturo Alessandri Palma realizado en Santiago.

Desde estas páginas rendimos un homenaje al ajedrecista que llevó al ajedrez a su mayor nivel de popularidad, el año 1972 cuando disputó su match con el ruso Boris Spassky, a quien derrotó acabando con la hegemonía soviética en el deporte ciencia.
Reportaje y homenajes al gran Bobby Fischer

Bobby a los 13 años.

Tres campeones Mundiales Fischer( Futuro), Tahl (pasado) y Petrosian (Presente)

Fischer frente a Botvinnik, Olimpiada de Varna 1962. La partida finalizó en tablas.

Fischer frente a Samuel Reshevsky (USA) año 1966

En la celebracion de bienvenida de la Copa Piatigorsky (1966) Fischer juega con Ivkov. Observan Najdorf, Portisch, Larsen y Unzicker.

Fischer en su camino al campeonato Mundial (1971)

Campeonato del Mundo 1972, frente a Boris Spassky

Campeonato del Mundo 1972, firmando autografos

Campeonato del Mundo 1972, Reykjavik. Fischer recibido por los periodistas.

Campeonato del Mundo 1972, frente a Boris Spassky

Campeon del Mundo. Recibe la corona de flores de parte de Max Euwe (presidente de la FIDE)

Fischer en una exposicion Fotografica

Extraido de La Tercera - 18 de Enero de 2008

El estadounidense Bobby Fischer, uno de los más grandes mitos de la historia del ajedrez, murió en Islandia, el lugar donde había logrado el triunfo más grande de su carrera: conquistar el título mundial al derrotar a Boris Spasky en 1972.

A los 64 años, exactamente el número de casillas del tablero, Fischer murió casi en el olvido después de haber sido todo en el mundo del ajedrez, el genio de lo universalizó y cuyas excentricidades sirvieron también para dignificar una profesión de la que muchos han podido vivir con dignidad gracias a él.

El duelo contra Spasky en Reikiavik, a 24 partidas, fue un enfrentamiento dramático cuyo desarrollo mostró todos los rasgos fundamentales que caracterizaban la personalidad genial y compleja de Fischer.

Sus manías, por ejemplo el jugar sin una silla, dieron tanto que hablar como el desarrollo de cada partida en un duelo en el que Fischer se había propuesto poner fin a la hegemonía soviética.

Fischer, caracterizado por un juego agresivo e innovador, llegó a la final del Mundial contra Spassky con 29 años de edad tras haber derrotado al ex campeón del mundo Tigran Petrosian.





Spassky, defensor del título, comenzó el duelo como favorito y ganó las dos primeras partidas. Fischer ganó la tercera y a partir de ese momento dominó el duelo casi a su antojo.

Cuando logró una ventaja suficiente, empezaron a sucederse las tablas entre los dos contendientes y Fischer no volvió a ganar hasta cuando sólo le faltaba un punto, es decir una victoria, para coronarse como campeón del mundo.





Tras lograr su meta el genio del ajedrez prácticamente desapareció de la vida pública durante un largo periodo. Llegó a decirse que se había refugiado en un monasterio budista y que se había dedicado a la meditación.

HEROE Y VILLANO





Fischer se negó a defender el título, que terminó siendo declarado vacante y conquistado por el ruso Anatoly Karpov.

Todo ello contribuyó a la leyenda y en la vida de Fischer es difícil distinguir lo que pertenece a la biografía y lo que forma parte de un mito que se ha ido tejiendo en torno suyo.

Hubo quien quiso convertirlo en un héroe anticomunista y en un modelo de patriota estadounidense que, como tal, se había trazado como meta vital arrancar el título mundial de ajedrez de manos de los soviéticos. Esa imagen, sin embargo, quedó destruida cuando, en 1992, Fischer reapareció públicamente y, quebrando el boicot internacional a la antigua Yugoslavia, reeditó su duelo contra Spassky, a quien derrotó en Belgrado en medio de una aguda crisis en el país.





Fischer pensó vivir en la Yugoslavia de entonces, convertida en la enemiga emblemática de Europa Occidental y de Estados Unidos, y más tarde, contraviniendo las leyes estadounidenses, estuvo en Cuba. Todo ello lo lleva incluso a ser perseguido con orden de detención emitida por el FBI. El héroe estadounidense se había convertido en villano.

Como ajedrecista, en cambio, sigue siendo un héroe. Ningún duelo posterior a su enfrentamiento con Spassky ha tenido la difusión y ha suscitado tantas pasiones en el mundo ni ha contribuido tanto a la popularización del ajedrez.

Las peculiaridades de Fischer lo relacionan sin duda con otros mitos del ajedrez, como el legendario ruso Alexander Alejin, y hacen pensar que el juego-ciencia es uno de aquellos terrenos en los que la genialidad está muy cerca de la locura.

Fischer había nacido en Chicago, en 1943. Pero la ciudad con la que se le identificará siempre será la capital de Islandia donde ganó el más grande enfrentamiento de la historia. En aquel duelo, por respeto a la fe judía de Fischer, nunca se jugó en sábado.

El portavoz de Fischer, Gardar Sverrisson, informó que el ajedrecista dejó de existir ayer en un hospital de Reykiavik. Aunque no se divulgó de inmediato la causa del deceso, se presume que padecía una enfermedad de larga data.

Tras enterarse de su muerte, el presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), el ruso Kirsán Ilyumzhínov, afirmó hoy que el ajedrecista nacido en Chicago y criado en el barrio neoyorquino de Brooklyn, fue "una época en la historia de la humanidad".

Agencias